LA MÚSICA COMO PROTESTA

Por

Francisco H. Tabernilla

 

 

El “hombre nuevo” que prometió Fidel Castro a las viejas y nuevas generaciones de la nación cubana está dando señales de inconformidad y signos apuntando hacia la libertad y el derecho que tiene todo ciudadano amparado en la Declaración Universal de los Derechos Humanos. La juventud cubana se ha dado cuenta de que el régimen de terror y francamente autoritario implantado por el tirano en vez de ofrecerle un futuro brillante lleno de felicidad y mejor fortuna le presenta un porvenir incierto colmado de angustias y penalidades, sin ninguna esperanza ni posibilidad de mejorar hacia el bien común, la armonía y la confraternidad que deben reinar entre los hombres libres.

          Todos sabemos que, a través de la historia, los jóvenes por su condición rebelde innata en la juventud expresan la verdad de sus sentimientos sin miedo a afrontar el peligro y las consecuencias que se deriven de sus acciones por muy graves que estas sean si van acompañadas de un ideal y una causa justa para la patria.

          Un joven cubano llamado Humberto Cabrera, solista del grupo Rap Papá Humbertico dijo con su canto: “De la rutina estoy cansado…espero ver los cambios con el tiempo, y soy uno más que puede morir en el intento”, cantaban miles de jóvenes cubanos al calor del grupo Alto Voltaje en la apertura del Festival Nacional de Rap en La Habana, según despacho de la Associated Press.

          “Policía, policía tú no eres mi amigo, para la juventud cubana eres la peor pesadilla…Tú eres el delincuente…Te detesto, loco, loco”, cantó Humberto Cabrera. “Tengo bien claro el concepto de revolución…Estoy limpio…Sé que estás ansioso por caerme encima”, siguió Cabrera, estudiante de 18 años, que forma parte del medio centenar de agrupaciones  que comparten el escenario del festival en su octava edición.

A Papá Humbertico le precedió en el programa Alto Voltaje, un dúo de jóvenes de 25 años, que también cantaron temas contra la policía y la dura vida diaria de una barriada cubana. “De la rutina estoy cansado, ¿hasta cuándo es esto?”, cantaron Alexander Pérez y Norlan Leygonier, los dos intérpretes de Alto Voltaje. “Mi color te trae todos los días…a toda hora, la misma persecución”, añade la canción interpretada por los dos jóvenes de raza negra, que antes de comenzar su actuación dijeron haber llegado con retraso al concierto debido a haber sido parados en la calle por agentes que les pidieron su identificación. Los jóvenes aseguraron que este tipo de incidente ocurre a diario en las calles de la capital. Las dos agrupaciones fueron el plato de apertura de una decena de conjuntos que inauguraron el festival desde la noche del jueves 15 de agosto hasta el domingo 18 por la madrugada en el anfiteatro al aire libre de Alamar con capacidad para unas 3,000 personas.

          “Cantamos lo que está pasando, cantamos de corazón”, dijo Cabrera a la prensa al concluir su actuación, en la que tuvo como acompañantes a dos jóvenes que sostenían un cartel blanco en el que se leía: “Denuncia Social”.

          Debido al contenido de las letras cantadas por estos “raperos” que constituyeron una abierta crítica al régimen dictatorial, los “amigos y vecinos nos dicen que estamos locos, pero nosotros seguimos cantando”, dijo Alexander Pérez, de Alto Voltaje.

          En un tumulto de personas y tras de pagar una entrada de cinco pesos –cerca de 20 centavos de dólar- los asistentes escucharon el concierto entre bailes y con la asistencia de agentes policiales a la entrada del anfiteatro, que intentaban organizar el acceso al concierto.

          Al festival, que terminó el domingo, fueron invitadas 12 agrupaciones extranjeras que compartían escenario con unos 50 grupos de la isla. Entre los invitados de Estados Unidos asistieron The Roots, Dead Press, el dúo Mos-Def y el proyecto de la Paz, así como los mexicanos Boca Floya y los venezolanos Santuario y Rebeldía.

          El evento fue un desafío al régimen de Fidel Castro, la juventud cubana expresó sus sentimientos y dejó bien definido que existe entre el pueblo una profunda ola invisible de descontento con sobradas razones y el día que estalle los cubanos barrerán en pocas horas con el régimen de oprobio que los ha explotado y esquilmado hasta las últimas consecuencias… La juventud ha dicho la primera palabra en esta nueva etapa de entrega, diálogos y maquinaciones empresariales extranjeras para prolongar en el poder al tirano de  Cuba, pero la justicia y la razón, el decoro, la dignidad y el patriotismo del pueblo prevalecerán contra los traficantes y explotadores de la Libertad.

000ooo000

8/19/02

 

  

Regresa a artículos de FHT