Un Castro insolente

Por

Francisco h. Tabernilla

 

 

Los acontecimientos en nuestra América siguen desenvolviéndose a velocidad vertiginosa. Existen por lo menos dos personajes reconocidos que son los principales impulsores del odio y la envidia contra los Estados Unidos: Fidel Castro Ruz y Hugo Chávez Frías, el primero, tirano de Cuba, y el segundo, Chávez, escudándose en la Constitución de Venezuela que dice respetar, avanza hacia la más férrea dictadura con la intención de someter a su pueblo al totalitarismo estilo castrista que ya padece hace más de 45 años la isla esclava de Cuba.

          Es tanto el resentimiento y el rencor que encierran estos dos sujetos contra la nación norteamericana que la potencia y la sensatez que notan en un país democrático como son los Estados Unidos no los deja descansar ni dormir, pues no quisieran desperdiciar ni un solo segundo de descanso que pueda interferir los planes diabólicos que poseen para destruir a la democracia y los derechos universales del hombre, tal como están plasmados en la Carta Universal de las Naciones Unidas.

          La total destrucción del sistema democrático, el “imperialismo yankee” como ellos le llaman constituye la meta principal de estos dos típicos sujetos , que se creen dueños de la verdad y todos los derechos de sus respectivos ciudadanos.

          Tan es así que el viernes pasado 14 de mayo, 2004,  Fidel Castro haciendo un alarde de control y poderío sobre las masas reunió en La Habana a varios cientos de miles de cubanos en forma masiva marchar frente a la Sección de Intereses de los Estados Unidos en la capital habanera, para protestar por las últimas medidas decretadas por Washington contra la dictadura castrista en la isla. Antes de comenzar la anunciada marcha multitudinaria, Fidel Castro leyó en el Malecón su “proclama de un adversario al gobierno de Estados Unidos”, dirigida al Presidente George W. Bush, al que acusó de tratar de imponer una “tiranía global”. En la manifestación, organizada por el gobierno,  se exhibieron cartelones acusando al Presidente Bush de fascista, en otros lo comparaban con Hitler, vistiendo un uniforme nazi, salieron a relucir muchas swastikas, etc. Fidel Castro agregó que la marcha constituía  un acto de indignante protesta y una denuncia brutal por las crueles y despiadadas medidas tomadas dirigidas a exprimir la economía de la isla y sacarlo a él del poder.

          Las medidas anunciadas la semana pasada por el Presidente Bush incluyen restricciones en la transferencia de dinero a familias y visitas; esfuerzos para  transmitir televisión anti-castrista a Cuba y la designación de un Coordinador  encargado del plan de transición del socialismo al capitalismo.

          La marcha duró unas 6 horas y levantó el nivel de hostilidad contra el Presidente Bush a un nuevo nivel, mucho más alto y definido.  Fidel Castro caminó con dificultad unas 800 yardas, llevando en la mano una banderita cubana hecha de papel la cual movía en gesto de saludo, antes de tomar un vehículo que lo estaba esperando.

          El régimen castrista está reforzando los mecanismos para restringir el acceso de los ciudadanos cubanos a la internet y controlar los servicios telefónicos a través de una estructura centralizada. La medidas están concebidas para cerrar las avenidas de información para los cubanos, en medio de un creciente proceso de atrincheramiento político del comunismo. En momentos en que el mundo avanza hacia la globalización, el régimen cubano aisla cada vez más a los cubanos, para tratar de impedirles que conozcan la libertad que se respira más allá de la isla, pero está condenado irremediablemente al fracaso, ya que el clamor de que Cuba se abra al mundo cada día se aproxima más.

          Mientras, el ex presidente del gobierno español José María Aznar exhortó de nuevo al gobierno de su país a defender la necesidad de la democracia en Cuba. En una entrevista concedida el viernes en California donde una universidad le otorgó un premio, se le preguntó si el nuevo gobierno socialista en España modificaría su política en la isla caribeña. “Sinceramente no lo sé” , declaró Aznar. “Lo que espero en relación con Cuba es que (España) defienda lo que yo he defendido, que es el derecho de los cubanos a tener una democracia libre, pacífica, normal” . “Cuba es una nación con una dictadura, donde la gente es encarcelada, torturada y perseguida por pensar diferente, y en muchas ocasiones se les desaparece por la misma razón”.

Agradecemos al ex presidente Aznar estas declaraciones sobre todo aquí en los Estados Unidos donde  todavía existen muchos americanos que desconocen la verdadera tragedia del pueblo cubano y la infame historia de Fidel Castro…

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            5/17/04

       

 

      

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