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El poder de la verdad
Por
Francisco H.
Tabernilla
Al ver los
periódicos, hoy lunes 18 de octubre, 2004 por la mañana, noto un reportaje de
la agencia EFE informando desde Guadalajara, México, donde el obispo auxiliar
de La Habana Alfredo Petit Vergel, durante el
Congreso Eucarístico Internacional que se celebra en Guadalajara comentó que
“los católicos de Cuba que sufren del martirio político ya se ganaron el cielo.
Ellos y todos los católicos del mundo se ganan el cielo porque hay distintas
clases de mártires unos por poco y otros por mucho, como en Cuba”. Consultado
por la escasa presencia de católicos cubanos –menos de una docena- en el
Congreso Eucarístico Internacional, expresó que se debe más a cuestiones
políticas que religiosas. “La salida de un laico en Cuba no es posible fácilmente
ni para un Congreso ni para nada. Un laico en Cuba no puede viajar libremente y
nosotros, para llegar aquí, tenemos un permiso de 15 días. No es fácil salir
del país” .
“No creo que la situación del
catolicismo ha variado. El 80 por ciento de los 11 millones de habitantes se
dicen católicos, pero eso no significa que actúen como tal”, indicó el obispo
Vergel. Explicó que en la isla “tan solo hay 320 sacerdotes, 12 obispos, tres
arzobispos y un cardenal, lo que hace muy difícil atender las necesidades
espirituales de toda la población.
El obispo Alfredo Petit
Vergel, por decir la verdad, se ha creado una situación delicada y muy peculiar
con el régimen comunista que no tolera ni perdona la más ligera crítica. Su
actitud honesta, valiente y decidida denunciando con la verdad lo que realmente
sucede en Cuba, le ha ganado el respeto, el favor y las oraciones de los que
amamos la democracia y la libertad.
Y cambiando
el tema, pero de algo que también nos concierne, nos viene a la mente cuando
hace años, en 1992, celebramos los 500 años del descubrimiento de América por
el marino genovés Cristóbal Colón. Ahora, precisamente el 12 de octubre, 2004,
conmemoramos el Día de la Raza o de la Hispanidad en honor a ese descubrimiento,
el gobierno de Hugo Chávez Frías, Presidente de Venezuela a partir del
gigantesco fraude perpetuado durante el referendo del 15 de agosto, 2004,
inconscientemente legitimado por Jimmy Carter y la OEA, emitió un ultimátum a través de su órgano
divulgativo para que fuese removida la estatua del almirante y descubridor de
América Cristóbal Colón que durante cien años rindió homenaje al gran almirante
en suelo caraqueño y el Día de la Raza o de la Hispanidad, rebautizado por
Chávez como el Día de la Resistencia Indígena, unos cien sujetos transportados
en autobuses llegaron frente a la estatua, la derribaron de su pedestal y la
despedazaron a martillazos para llevársela como trofeo al Presidente Hugo
Chávez al teatro Teresa Carreño.
Después de la demolición de la estatua
del almirante, queda aún en Caracas la de Isabel la Católica. Ya empezó la
solicitud de representantes del partido oficial por suprimir el nombre del
descubridor de avenidas y calles y sustituirlas por vocablos indígenas.
Este llamado a la locura de
indiscutible tipo fascista habría que aceptar, si se refiere a que Cristóbal Colón no fue el descubridor de
América –como nos dice Alfredo Coronil en ENH- sino
que había llegado a América en alguna expedición que solo cabe en la mente de
este grupo de sociólogos que ha secuestrado el país. De todas maneras la
situación en Venezuela es tensa y penosa. Los planes de su Presidente y su
amigo el tirano Fidel Castro para la América nuestra no son nada halagueños. Debemos de estar alerta. La reciente compra de
50 aviones Migs y otros tantos helicópteros de
combate rusos son una señal de preocupación. ¡Alerta demócratas de América!
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10/18/04