EE.UU, CANADÁ Y MÉXICO

Por

Francisco H. Tabernilla

 

 

Los Gobiernos de Estados Unidos, Canadá y México reafirmaron el viernes 31 de marzo, 2006, en Cancún, México su compromiso de fortalecer la seguridad de sus fronteras y preparar un plan coordinado para enfrentar una posible epidemia de gripe aviaria en la región. Los presidentes George W. Bush y Vicente Fox y el primer ministro canadiense, Stephen Harper, también acordaron al término de una reunión trilateral establecer mecanismos para hacer crecer el comercio de la región sin que ello implique renegociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, sino elevar la competitividad.

“Tenemos largas fronteras y tenemos que asegurarnos que trabajamos duro para asegurar las fronteras” , dijo Bush en rueda de prensa conjunta con sus colegas de México y Canadá, en la que ratificó su determinación de trabajar con los legisladores de su país para que haya una reforma emigratoria integral que incluya un programa de trabajadores temporales.

El presidente estadounidense prometió a su homólogo Vicente Fox que habrá una amplia reforma migratoria en su país, que incluirá un programa de acceso ordenado al mercado laboral, pero que también pondrá el acento en la seguridad fronteriza. El tema migratorio centró las primeras conversaciones, afirmo Bush, le comenté a Fox que hay una amplia legislación que se está debatiendo en el Congreso, así es la democracia. “por amplia no sólo me refiero a una reforma sobre seguridad, sino una reforma que tenga un programa de trabajadores temporales”. “No queremos gente que esté buscando en nuestro país trabajos que los estadounidenses no quieren hacer, sino que vengan de manera ordenada, preservando la seguridad de nuestras fronteras” , añadió Bush.

Fox aseguró que México se ocupará de sus responsabilidades: “seguir trabajando con diligencia, con pasión, con compromisos, para desarrollar nuestra economía”, y paralelamente, reforzar la seguridad, no solamente en México, sino en colaboración con América Central.

La relación entre México y Estados Unidos se lesionó en diciembre pasado, luego que la Cámara de Representantes aprobara una iniciativa que contemplaba erigir un  muro en la casi totalidad de la frontera común y tipificar como delito la migración ilegal.

“Me parece que es la vez que más hemos avanzado en cien años de materia migratoria para tratar de llegar a un acuerdo que se plasme en ley y que haga de la migración un asunto ordenado, legal, seguro, de pleno respeto a los derechos humanos”, dijo Fox. En su reunión con Harper, también le pidió que se amplíe el programa de trabajadores temporales mexicanos en Canadá.

“Hablamos de las propuestas de México en materia de energía en el hemisferio, también de las posibilidades que existen para trabajar los mexicanos en la economía canadiense y hemos examinado bien las propuestas” , dijo Harper.

Los tres gobernantes coincidieron en que el esfuerzo de la seguridad fronteriza debe garantizar el flujo de mercancías y el tránsito de personas, ya que “no puede haber prosperidad si no se tiene seguridad”, manifestó Bush.

El presidente estadounidense defendió la implantación de una ley que establece para finales del 2007 la necesidad de pasaportes para todos los que entren en los EE.UU por sus fronteras con Canadá y México, y aseguró que si se implementa correctamente se facilitará el comercio y el turismo.

Harper indicó que ha manifestado su preocupación al presidente Bush por la nueva restricción para los canadienses. Los mexicanos ya necesitan su pasaporte y una visa para entrar en Estados Unidos.

Los tres países decidieron realizar la siguiente reunión trilateral en Canadá en el 2007.

**Bancos suizos no convencen sobre lavado en Cuba.  Algunos representantes a la Cámara de EE.UU han quedado descontentos por lo que consideran una actitud evasiva de un alto dirigente de la Unión de Bancos Suizos (UBS) quien se ha negado a ofrecer detalles sobre una operación que le permitió al gobierno de Cuba “lavar” $3,900 millones.

En mayo del 2004, UBS admitió una multa de $100 millones impuesta por el gobierno de Estados Unidos por permitir que países como Cuba, Irak, Libia y Yugoslavia, utilizaran un programa internacional de la Reserva Federal de Estados para la sustitución de billetes de dólares en mal estado. Además de permitir la operación, UBS ofreció un privilegio adicional a Cuba, esto es, que en lugar de billetes nuevos, el gobierno de la isla recibiera transferencias cablegráficas en bancos de varias parte del mundo.

Michael Herde, gerente general y jefe de la unidad de cumplimiento de la ley de UBS afirmó que “la UBS actuó en forma inaceptable”.  “Quedó claro para mí y mis colegas que todo lo que le importa a UBS es hacer dinero lo que más pueda y que venderían su alma por hacerlo”, declaró la congresista Ileana Ros-Lethinen.

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4/03/06

        

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