EL INFORME DE EE.UU. SOBRE CUBA

Por

Francisco H. Tabernilla

 

 

Hace tiempo que se está acentuando la inestabilidad política en Cuba. Algo grave está sucediendo dentro del régimen comunista que sus principales líderes lucen confundidos, intranquilos, como si trataran de ocultar algo. Desde que Raúl Castro apareció con un chaleco a prueba de balas para decirle a las fuerzas armadas y al pueblo que en el Partido Comunista radicaba le fuerza y el poder del régimen todo ha ido cambiando paulatinamente. Fidel Castro no aparece por ninguna parte ante acontecimientos serios que están ocurriendo en Cuba, el mundo y el Medio Oriente. No hay ninguna declaración del Comandante en Jefe sobre la guerra entre Israel y los insurgentes que, desde terreno libanés, atacan a Israel.

          Solo el informe de la Comisión para Ayuda a una Cuba Libre divulgando recomendaciones adicionales del gobierno de Estados Unidos para acelerar el fin del régimen comunista en Cuba y promover un gobierno de transición democrática ha recibido las críticas de los gobiernos de Venezuela y de Cuba.

          Las recomendaciones se suman a las hechas en el primer informe del 2004, donde se sugirió el uso de la diplomacia y de declaraciones públicas a fin de impulsar cambios en la isla del Caribe mientras Fidel Castro continúe vivo, así como frenar los planes para que su hermano Raúl lo reemplace en el cargo.

Entre los puntos más importantes de la comisión figuran los siguientes:

LOS CUBANOS DEBEN DECIDIR: “El legítimo futuro de Cuba sólo puede ser decidido por los cubanos, para los cubanos. Ellos sólo tienen el derecho de decidir su propio destino. Los cubanos tienen el derecho de que su voluntad soberana se exprese a través de elecciones libres, justas, y multipartidistas”.

CUBANOS QUE ESTÁN FUERA DEL PAÍS: “Como parte de un esfuerzo más amplio de la comunidad internacional, los cubanos de todo el mundo pueden desempeñar un papel crucial en ofrecer ayuda en todas las áreas cubiertas por este informe para asegurar el éxito de una transición a una Cuba libre”.

OTROS PAÍSES: “Del mismo modo en que los cubanos encaran una inevitable oportunidad de cambio, la comunidad internacional enfrenta una opción. Medidas y reformas parciales por una parte del régimen de sucesión que no haya sido elegido a través de comicios libres y justos no pueden ser recompensadas con el reconocimiento o respaldo de los países libres del mundo”.

OPOSICIÓN INTERNA: “El movimiento cívico de oposición está creando un impulso para el cambio democrático en Cuba. Con nuestra oferta de apoyo, consejo y ayuda a todos aquellos que buscan cambios democráticos en Cuba, esperamos sumarnos a ese impulso y mantenernos al ritmo del pueblo cubano mientras presiona por cambios democráticos”.

LÍMITES A LA AYUDA: “El respaldo de Estados Unidos no estará disponible para un gobierno que adopte una política económica o de otra índole que sugiera cambios pero no concrete en realidad el objetivo de desmantelar el régimen represivo y emprenda una completa transición hacia la democracia”.

SECCIÓN SECRETA: “Por motivos de seguridad nacional y de efectiva implementación, algunas recomendaciones están contenidas en un anexo secreto”. Debemos agradecer a Estados Unidos este plan de ayuda, ya aprobado por el presidente Bush, al mismo tiempo que esperamos la cooperación de todos los países del mundo con el sano propósito de liberar a un pueblo que ha vivido bajo la opresión y el terror por más de 47 años.

De acuerdo con el informe, habrá técnicos que reconstruirán escuelas, autopistas y puentes. Especialistas en finanzas diseñarán un sistema impositivo, alentarán a la pequeña empresa, y ayudarán a Cuba democrática a unirse al Fondo Monetario Internacional. 

Ricardo Alarcón de Quesada, presidente de la Asamblea del Poder Popular, calificó el plan de Estados Unidos como una amenaza que liquidaría como  nación. Cuba desaparecería, dejaría de existir, agregó. Pero el único problema, dicen los analistas, es que las autoridades cubanas vienen planificando desde hace décadas una sucesión dentro del sistema comunista, no una transición hacia un estilo de democracia como la que se practica en Estados Unidos. Y pese a las esperanzas de Washington de crear “un ímpetu para el cambio”, La Habana está fortaleciendo al partido comunista para asegurar que persista el status quo mucho después de la muerte de Fidel Castro, quien al parecer disfruta de buena salud.

Al pueblo cubano se le acerca cada día más su inevitable liberación, pero llegado ese momento el pueblo debe de crear con los medios que tiene a su alcance el medio propicio para que el triunfo se consolide por la voluntad y el esfuerzo de todos los cubanos amantes de la libertad y la democracia.

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7/17/06

 

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