Irán ignora a la ONU

Por

Francisco H. Tabernilla

 

 

 

La situación entre Irán y la Organización de Naciones Unidas (ONU) se agrava por momentos. Irán desafía a la ONU y no cumple con los acuerdos internacionales. Precisamente hoy, lunes 26 de febrero, 2007,  seis potencias internacionales se reunirán en Londres para analizar cómo presionar a Irán para que suspenda las actividades de enriquecimiento de uranio, y entre las posibles sanciones figuran restricciones comerciales.

          Los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad –China, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Rusia- y Alemania se encontrarán en la cancillería británica para considerar también como responderán al incumplimiento iraní de un plazo fijado por la ONU para que frene el enriquecimiento de uranio ya que el Organismo Internacional de Energía Atómica, un organismo de la ONU, confirmó el jueves que Irán ignoró un ultimátum del Consejo de Seguridad para frenar sus actividades nucleares y, en cambio, expandió su programa atómico. Un diplomático británico que participará en el encuentro de hoy lunes 26 dijo que los delegados examinarán la implementación de más sanciones, incluyendo la eliminación de créditos a las exportaciones que Irán recibe de Europa. Es probable que también se analice la restricción a las exportaciones de armas, indicó el diplomático, que habló a la Associated Press (AP) a condición de mantener su nombre en el anonimato debido a la naturaleza delicada del tema.

          Irán se ha negado, hasta ahora, a suspender el enriquecimiento de uranio e insiste que sólo busca producir combustible para sus plantas de energía nuclear. Pero el presidente Mahmud Ahmadinejad manifestó ayer domingo 25, que su país proseguirá con el programa nuclear y lo comparó con un tren que no tiene frenos, reiterando también su llamamiento a negociaciones al tiempo que señalaba que el tiempo para las “intimidaciones” ha terminado. “El tren de la nación iraní no tiene frenos ni marcha atrás”, manifestó Ahmadinejad en un encuentro con clérigos islámicos, de acuerdo con declaraciones difundidas por la radio. “Desmantelamos la marcha atrás y los frenos del tren y nos deshicimos de ellos hace algún tiempo”, sostuvo el Presidente.

          Ahmadinejad expresó el domingo que los países occidentales se sienten amenazados por el programa nuclear iraní porque notan que su propio poderío está cayendo. “Los occidentales no están preocupados por la existencia y actividad de las centrífugas en Irán. Están preocupados por la caída de su hegemonía y su poder sagrado”. 

          La situación ha llegado a un plano incalculable de peligrosidad. Irán informó ayer que ensayó con éxito un cohete, al parecer como parte de su proyecto de poner dos satélites en órbita en el 2010. Es bueno que se sepa las intenciones de Teherán de lanzar cuatro satélites para el 2010 con el fin de incrementar el número de líneas telefónicas fijas y móviles de 22 millones a 80 millones, y de elevar el número de usuarios de Internet de 5.5 millones a 35 millones en el próximo lustro. La posición de la ONU parece ser firme. También  firme parece estar Irán que ratifica es un tren sin frenos como una advertencia a la ONU. ¿Quién parará a Almadinejad, Chávez, Castro, Ortega y demás socialistas del siglo 21?

Por otra parte, en nuestro hemisferio, está el presidente venezolano Hugo Chávez quien ha hecho una liga alarmante con Irán. Y resulta que en los dos últimos años Venezuela ha crecido más de $4,000 millones en armas, transformando a esta nación en el mayor comprador de armas en América Latina, colocándola delante de otros grandes compradores de armas en mercados internacionales, como Pakistán e Irán.

          Oficiales de las Fuerzas Armadas y el gobierno de Venezuela afirman que las adquisiciones de armas, que incluyen docenas de aviones caza y helicópteros de combate, así como 100,000 rifles de asalto Kalashnikov, son necesarias para evitar una prohibición de Estados Unidos sobre las ventas de armamento estadounidense a dicho país. Además, argumentan que Venezuela debe fortalecer sus defensas para contrarrestar una agresión militar de Estados Unidos.

          La reorganización  de la estrategia militar de Venezuela, que incluye la creación de una enorme fuerza de reservistas civiles y ayuda militar a sus aliados regionales, como Bolivia, ha formado parte de una relación en constante deterioro con Estados Unidos.

          La administración del Presidente Bush ha negado en repetidas ocasiones que tenga plan alguno para atacar a Venezuela, que es una de las mayores fuentes de petróleo importado en Estados Unidos. Sin embargo, en Caracas persiste cierta desconfianza hacia ese tipo de declaraciones luego que la Administración apoyara tácitamente un golpe militar que, en el 2002, removió brevemente a Chávez el poder.

          Ricardo Sucre, politólogo por la Universidad Central de Venezuela, dijo que la falta de transparencia había acrecentado la inquietud de que Chávez pudiera estar armando a porciones del ejército, a la nueva reserva civil y a partidarios como el Frente Francisco Miranda, grupo político a favor de Chávez, que serían leales a él en caso de producirse fracturas dentro de las fuerzas armadas.

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2/26/07

 

 

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