CONFERENCIA  EN  BERLÍN (Parte I de II)

Por

Francisco H. Tabernilla

 

 

De “NetforCubaNetwork” recibimos información sobre la Conferencia del Comité por la Democracia en Cuba. “Democracia en Cuba: En busca de iniciativas comunes”. 24-26 de abril, 2007, Berlín, Alemania.

PALABRAS DE SYLVIA G. IRIONDO.  Muy buenas tardes. Es un placer para mí estar aquí hoy con todos ustedes. Le agradezco al Comité Internacional por la Democracia en Cuba la invitación a participar como miembro de un panel en esta Conferencia la cual reúne a Ministros, anteriores Jefes de Estado, representantes gubernamentales y del sector civil de los países miembros de la Unión Europea, de los países Latinoamericanos y de los Estados Unidos, al igual que representantes de organizaciones internacionales no gubernamentales y compatriotas exiliados cubanos comprometidos a apoyar la lucha por el cambio democrático en Cuba.

          También quiero expresar mi gratitud a las organizaciones que han ayudado a hacer este evento posible. Me refiero a People in Need, la fundación Konrad Adenauer y el Centro Liberal Internacional Sueco.

          La organización que represento –Madres y Mujeres Anti Represión (M.A.R. Por

 Cuba- está comprometida a la defensa de los derechos humanos, a la promoción de valores democráticos, a despertar conciencias sobre la realidad cubana bajo un estado totalitario, así como apoyar al movimiento democrático cubano y a la sociedad civil independiente.

          M.A.R. es también una parte esencial de una comunidad exiliada que ha hecho la lucha por el cambio democrático en Cuba su prioridad y que ha sido frecuentemente atacada por un régimen que ha invertido mucho tiempo, recursos y esfuerzos en campañas difamatorias encaminadas a desacreditar a una comunidad ejemplar en sus múltiples logros y firme en su compromiso con la libertad de Cuba.

          Muchos de ustedes pasaron por lo mismo que el pueblo cubano ha estado pasando desde 1959, y muchos de ustedes pudieron exitosamente romper las cadenas de la tiranía, dándonos motivos para soñar y abrigar esperanzas.

          Aunque nosotros representamos un amplio espectro geográfico, nos une un lazo común construido sobre los pilares de libertades y derechos cuyas libertades y derechos son sistemáticamente violados.

          Dos ejemplos recientes y contrastantes me vienen a la mente sobre lo que está bien y lo que está mal en cuanto al rol que la comunidad democrática debe jugar en la protección de los derechos humaos y en la promoción de la democracia en Cuba.

          Durante la conmemoración del cuarto aniversario de la ola represiva desatada por el régimen en el 2003 –que culminó en los arrestos arbitrarios, juicios sumarios y largas condenas impuestas a más de 75 activictas de derechos humanos, periodistas y bibliotecarios independiente y líderes de la oposición democrática, así como el fusilamiento de tres hombres jóvenes que intentaron escapar de la isla- las valientes “Damas de Blanco”, familiares de prisioneros políticos cubanos, rehusaron ser silenciadas y se mantuvieron firmes mientras que recorrían pacíficamente las calles de La Habana en reclamo de la liberación incondicional de los prisioneros políticos cubanos.

          Las Damas de Blanco no estuvieron solas 5 miembros del Partido Radical Transnacional viajaron a Cuba para colocarse al lado de estas mujeres, en lo que constituye un verdadero ejemplo de solidaridad internacional.

          Unos días más tarde, Miguel Ángel Moratinos, el ministro de Relaciones Exteriores de España, también viajó a Cuba –el primer Ministro de la Unión Europea en visitar la isla desde que las sanciones fueron suspendidas en el 2005, como resultado de la política del gobierno de Zapatero, sin siquiera alzar su voz en favor de los prisioneros políticos cubanos y sin reunirse con demócratas cubanos y miembros de la sociedad civil independiente, en un viaje que ha merecido ser caracterizado como muestra de solidaridad para el régimen totalitario de los hermanos Castro, suscitando numerosos editoriales y artículos de opinión publicados en España y otros países.

          José María Aznar, ex Presidente de España, lo expresó muy bien en una Conferencia de prensa en la Universidad de Georgetown cuando declaró que “no encontraba una razón para desear una democracia libre y estable para España y no para Cuba”.

          No hay duda que este es un momento crítico y definitivo para el futuro de Cuba, un momento que requiere la mayor solidaridad y apoyo para los demócratas cubanos y la sociedad civil independiente. La sucesión no es aceptable. No es, simplemente, una opción. Los eventos internos requieren presión internacional y la comunidad de naciones democráticas deben convertirse en catalizadores del cambio en esta etapa final de la lucha. Es importante establecer una Posición Común Europea que sea conducente a lograr este objetivo y que fortalezca a aquellos que lideran la lucha para construir un futuro libre y democrático para Cuba. (Continuará).

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4/30/07

 

 

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