CUBA: Soberanía y Diplomacia

Por

Francisco H. Tabernilla

 

 

Desde Miami, me envía este artículo el compatriota Sr. Daniel Pedreira donde trata de un tema de palpitante actualidad, por eso, con gusto, cedo mi espacio de esta semana  a su importante pronunciamiento.

          De toda la retórica odiosa y violenta presentada por el régimen castrista a lo largo de casi medio siglo, la últimas declaraciones del Ministro de Relaciones Exteriores, Felipe Pérez Roque, figuran entre las más irresponsables. Cuba estaría dispuesta “a renunciar a la soberanía y la bandera por la que tanto ha peleado, para integrarse en un bloque de naciones latinoamericanas y caribeñas”, dijo el Canciller castrista ante la Asamblea General de las Naciones Unidas.

          Es increíble, pero no sorprendente, que el régimen castrista critique el “injerencismo” norteamericano, mientras que no le interesa su propio injerencismo en otros países, ni el de otros países en Cuba. El régimen castrista siempre ha tratado de justificar su “proyecto revolucionario” al acusar a los líderes de Cuba Republicana (1902- 1959) de “lacayos del imperialismo yanqui.” ¿A caso no se estaría sometiendo a Cuba a un imperialismo chavista con el fin de crear ese “gran bloque”? ¿Es la soberanía nacional un producto que se puede vender como mercancía?

          Para la dictadura castrista la bandera es solo un trapo de colores que se puede cambiar o botar cuando lo crea conveniente. Sí, se ha peleado mucho por la bandera. Se ha peleado por ella en la manigua. Se ha peleado por ella en Girón. Se ha peleado por ella en el Escambray. Y se sigue peleando por ella. También se ha derramado sangre por ella. Lo hicieron Martí, Maceo, Agramante y Céspedes. Lo hizo Boitel. Lo hicieron los pilotos de Hermanos al Rescate. Descartar la bandera es descartarlos a ellos. Es botarlos en el basurero de la historia. Pero ya sabemos que al régimen solo le interesa el poder, el dinero y la esclavitud de su pueblo.

          En la era republicana, varios hombres ilustres enaltecieron el nombre de Cuba a lo largo de la América Latina y alrededor del mundo. Sanguily, Ferrara, Cortina, Remos, Mañach, Cuervo Rubio, Hevia, Suárez Fernández. Sinónimos de excelencia y brillantez. Quizás discrepaban  ideológicamente, pero todos compartían su amor a Cuba y su dedicación a la protección de la soberanía nacional por encima de todo. Sus biografías nos ilustran su postura recta ante el injerencismo. El Dr. Manuel Márquez Sterling planteó el tema: “a la injerencia extraña, la virtud doméstica.” Como Canciller fue instrumental en las gestiones de la derogación de la Enmienda Platt, antítesis de la soberanía nacional, y como Embajador de Cuba en Washington firmó el tratado abrogándola, luego diciendo a su asistente personal: “Ya puedo morir tranquilo.” Al ocurrir esto otro gran cubano, Don Cosme de la Torriente, ocupaba la Secretaría de Estado. Durante la Segunda Guerra Mundial, el gobierno cubano, con el Dr. Emeterio Santovenia a la cabeza del Ministerio de Estado, valientemente reconoció al gobierno de Francia Libre, víctima de la agresión nazi, así convirtiéndose en el primer país del continente americano en hacerlo. Pero ninguno de estos hombres renacentistas se hubiera imaginado que los injerencistas llegarían al poder, que canjearían a la patria por el petróleo y que sus sucesores en la Cancillería serían los portavoces de la disolución de la nación cubana.

          Los líderes políticos de la Cuba pre-castrista supieron mantener excelentes relaciones con sus vecinos sin arriesgar su soberanía. Esta postura le trajo prestigio y respeto internacional a Cuba. Hoy en día la avaricia y el odio se han apoderado de los destinos de Cuba. Solo los cubanos pueden restablecer una “Cuba para los cubanos”. Daniel I. Pedriera.

**Chávez y el Rey Juan Carlos de España. El presidente venezolano. Hugo Chávez,  emplazó ayer, domingo 11 de noviembre 2007, al Rey Juan Carlos de España, a decir si estaba al tanto de un intento de golpe de Estado contra él en el 2002, en un diálogo con periodistas en Santiago. Chávez, quien tuvo un fuerte altercado la víspera con el Rey durante el cierre de la Cumbre Iberoamericana, donde el monarca lo mandó a callar, le dijo ayer que “ya empezó el debate, señor Rey responda, ¿sabía usted del golpe de Estado en contra de Venezuela en el 2002?  Durante la Cumbre, Chávez criticó al l ex presidente español José María Aznar, de quien dijo apoyaba un golpe de Estado contra él, llamándolo “fascista”.  Sus críticas a Aznar, hicieron que el presidente español José Luis Rodríguez Zapatero, le exigiera respeto. Chávez en su conversación con los periodistas dijo:”Ahora yo entiendo la furia del Rey con esa pregunta “¿por qué no te callas?”. Chávez indicó igualmente que “espero que esto no dañe las relaciones y si las dañara no es culpa mía. Quisiera que las relaciones se mantengan iguales”. No tengo ningún mea culpa, agregó Chávez, porque yo lo que hice es decir mi verdad. En Venezuela el vicepresidente Jorge Rodríguez calificó  la actitud del Rey de “vulgar y grosera” al mandar a callar al presidente venezolano “al que no callará nada ni nadie”. Francisco H. Tabernilla.

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11/12/07

 

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