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“El hombre y sus circunstancias”
Por
Francisco
H. Tabernilla
La
Asociación Pro-Cuba de West Palm Beach, siguiendo su tradición, acostumbra a
conmemorar las fechas patria el día o la fecha más próxima al acto a
celebrarse, pero en lunes 26 de mayo estábamos depositando una ofrenda floral
frente el busto de José Martí, en la Plaza que lleva su nombre en la ciudad de
West Palm Beach donde el presidente de Pro-Cuba pronunció un patriótico
discurso explicando el extraordinario acontecimiento del 20 de Mayo de 1902.
Seguidamente el director de Relaciones Públicas, Aparicio Aparicio Paneque nos
recordó el pensamiento del filósofo y ensayista español José Ortega y Gasset:
“El hombre y sus circunstancias”, por eso estábamos conmemorando la
Independencia de Cuba un 26 de mayo. Desde la Plaza Martí nos trasladamos todos
los presentes a la tumba del Dr. Juan Portela (e.p.d.), fundador de la
Asociación, depositando una ofrenda floral extensiva a todos los asociados
fallecidos. Y el caso es que el 1 de junio nos reunimos en un fraternal y
patriótico almuerzo en el Cuban American Club que preside el brigadista Miguel
Reyes,, para rendirle tributo de reconocimiento a todos los que lucharon por la
libertad y la Independencia de Cuba.
El Maestro de Ceremonias abrió el acto
a las 2:00 p. m. agradeciendo la
presencia de la nutrida concurrencia. Se escucharon las notas marciales de los
himnos nacionales de Estados Unidos y Cuba y a continuación la invocación
religiosa ofrecida por la Sra. Olga Vázquez. El presidente de Pro-Cuba Sr.
1902 hoy domingo 1ro. de junio del 2008, con todo
el respeto y reconocimiento que dicha fecha requiere.
El Maestro de Ceremonias hizo la
presentación del orador invitado el brigadista, compatriota y patriota Félix
Ismael Rodríguez de extensa historia en defensa de la libertad, la democracia y
los derechos humanos. Félix Rodríguez nos habló de la fecha que conmemorábamos,
de los grandes patriotas cubanos que todo lo dieron por conquistar la libertad
de Cuba. También se refirió a grandes rasgos el proceso de Cuba republicana
hasta la llegada al poder de las hordas comunistas. Habló de la juventud cubana
en la actualidad que no ven más que la oportunidad de salir de Cuba y recordó
el caso de un niño entrevistado por una cadena de televisión en España al
preguntarle que quería hacer cuando fuera grande y el niño le contestó que
“turista”. Lo triste de todo esto es que los turistas tienen en Cuba
privilegios que otros no tienen, como poder viajar, tener un carro, sin embargo
los cubanos nada tienen. Agregó que mantenía contactos en Cuba; en cuanto a los
militares todavía están los verdugos que han ensangrentado a nuestra patria y
hay un grupo de militares jóvenes que no participaron en los asesinatos masivos
del 59, aquellos que fusilaban sin juicio, como el caso del Comandante Jesús
Sosa Blanco que trajeron a una persona para que lo acusara y esa persona
comenzó acusando al fiscal diciendo que era el que había matado a su hermano y
tuvieron que decirle que era otro, el que estaba al costado, rectificando y
después supo que su hermano estaba en los Estados Unidos y regresó a Cuba. Se
refirió después al juicio de los pilotos aviadores que fueron absueltos por el
tribunal revolucionario y vueltos a juzgar por orden de Fidel Castro y condenados.
Hablando de los candidatos presidenciales americanos advirtió estudiarlos bien,
analizarlos bien antes de decidir por quién deben votar. En lo que respecta a
Cuba no somos ni demócratas ni republicanos, somos CUBANOS; y esperamos con el
favor de Dios que pronto podamos
regresar a una Cuba libre, independiente y democrática.
Al terminar
sus palabras una persona le preguntó si podía hablar algo del Che Guevara:
“Cuando en
el año 1967 se nos habló que el Che Guevara estaba en Bolivia oficiales
americanos vinieron a buscarnos a nosotros. Estaba prohibido que ciudadanos
americanos participaran en las zonas de peligro escogieron a dos de nosotros
para ser los asesores del segundo batallón de Rangers en Bolivia, nos llevaron
Washington y leímos toda la información sobre la guerrilla del Ché. Nos dijeron
que si el Che cayera preso hicieran todo los posible por salvarle la vida, ya
había una discrepancia ideológica entre el Che y Fidel Castro. Desde 1963 ya el
Che quería zafarse de Cuba pues tenía un nexo muy fuerte con la China
comunista. Todo el armamento que recibió el Che Guevara en África fue de un
barco de la China comunista, Varios compañeros nuestros participaron. Gustavo
Villoldo y yo comenzamos a trabajar con la Octava de Ejército. No teníamos
métodos avanzados de inteligencia como existen hoy en día.
A finales
de septiembre hay un encuentro del teniente Galindo con la guerrilla y nos
comunican que traen tres guerrilleros muertos. Ya el primero de octubre estaba
operando el batallón y el 7 de octubre llega información de un campesino que había voces en la
quebrada del Yuro se rodean con 200 hombres comandados por el capitán Gary
Prado y el día siguiente por la mañana se entabla el combate y el Che Guevara
cae preso conjuntamente con Simón Cuba (Willie) un guerrillero boliviano.. Es
verdad que el Che les dice: no tiren, soy el Che valgo más vivo que muerto. Lo
llevan a la escuelita en la Higuera donde lo ubican en una habitación y el 9 de
octubre nos trasladamos en helicóptero a
la Higuera. Entramos a la habitación donde el Che estaba amarrado de pies y
manos. El coronel Centeno trata de hablar con él y no le contesta nada. Le pido
que me den la documentación ocupada, un diario personal impreso en Alemania y
otro libro escrito a máquina firmado por un Ariel, que creímos era Fidel
Castro, pero después nos enteramos que era Juan Carretero, encargado de las
comunicaciones, equipos para el asma, algunas fotografías y los libros en
claves proveídos por la China comunista.
Entonces entro yo en la habitación
solo y le digo Guevara vengo a hablar contigo y me dice a mí no se me interroga
y le digo Comandante yo no he venido a interrogarlo, nuestras ideas son
diferentes pero yo a usted lo admiro. Usted fue un jefe de Estado en Cuba y
está aquí porque cree en sus ideales aunque para mí están equivocados yo he
venido a conversar con usted. Cuando me vio serio me dijo puedo sentarme, ¿me
puede quitar las amarras?, llamé a un soldado y le quitamos las amarras. Y allí
empezamos a conversar una cantidad de cosas. Cuando le tocaba algún punto de
interés táctico para nosotros me decía usted sabe que yo no le puedo contestar
eso. Pero si me reconoció su estadía en África cuando le dije que tenía 10,000
soldados y que eran muy malos soldados, entonces me dijo bueno, si hubiera
tenido 10,000 guerrilleros hubiera sido diferente, pero efectivamente el
soldado africano era muy malo. Después se me queda mirando y me dice tu no eres
boliviano. Comandante ¿que cree usted que sea yo? Me dice tu puedes ser puertorriqueño,
tu puedes ser cubano. Por las preguntas que tu me has hecho tu estás trabajando
para el servicio de inteligencia de los Estados Unidos. Efectivamente yo soy
miembro de los equipos de infiltración
de la Brigada 2506, entonces me dice cómo tu te llamas. Le digo Félix.
(Pasó el tiempo, fotografié el diario en su totalidad) y llegó una orden por
teléfono de ejecutarlo por orden del general Ovando y el presidente René
Barrientos. Cuando llega el coronel Centeno Anaya le comunico la orden de ajusticiarlo.
Tienes hasta las dos de la tarde para hablar con él. Quiero tu palabra de
caballero que a las dos de la tarde me traerás el cadáver del Che Guevara, lo
puedes ajusticiar en la forma que tu quieras porque sabemos el daño que le ha
hecho a tu patria.
Entré en la
habitación y le dije Comandante lo siento son órdenes del alto mando boliviano
se puso blanco como un papel nunca vi a una persona que perdiera la expresión
de la cara como él lo hizo. Sin embargo me dijo yo nunca debía de haber caído
preso, es mejor así. Me da su pipa y le digo que si quiere algo para su familia
y me dice: Dile a Fidel que hay una revolución triunfante en América, como
diciendo me embarcaste. Cambió la expresión y me dice dile a mi señora que se
case otra vez, y trate de ser feliz. Fueron sus últimas palabras le di la mano
me dio la mano, un abrazo. Y se paró en atención pensando que era yo el que le
iba a tirar. Salí de la habitación y le di la orden al sargento Terán que no le
tirara a la cara. Era la 1:00 p.m. A las
1:10 oí una ráfaga de ametralladora, había muerto el Che Guevara.”
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6/02/08