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LA V CUMBRE
(I de II)
por
Francisco
H. Tabernilla
Formidable
la presencia del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, en la V Cumbre de
las Américas, donde un grupo indefinido de participantes lo esperaron con sus
“cañones desplegados” con el deliberado propósito de humillarlo, y destrozarlo
pública y políticamente. Pero que equivocada se dieron. Obama, con su sonrisa,
sus modales, su humildad, su cultura, su modo de expresarse para decir las
verdades sin ofender ni insultar a nadie, dejó bien aclarado la vertical
posición de su Gobierno en relación con los derechos humanos, la violencia, la
libertad de expresión, los presos políticos, la dignidad plena del hombre y su
defensa por la Libertad de los pueblos oprimidos.
El presidente de Venezuela, Hugo
Chávez, aseguró que los países de la
Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA) no intentarán cambiar la
declaración final de la V Cumbre, pero no la firmarán. En unas breves
declaraciones a la prensa al terminar la reunión de los países de UNASUR
(América del Sur) con el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, Chávez
mostró un tono muy conciliador con Obama, al que calificó de “hombre
inteligente” y aseguró que quiere convertirse en “su amigo”. El presidente
Obama no tuvo ninguna reunión bilateral con su par venezolano Hugo Chávez,
anunció su
portavoz. Chávez, afirmó el jueves que no firmará la declaración final de la
cumbre porque no denuncia la exclusión de Cuba de la Organización de Estados
Americanos (OEA) ni llama a Estados Unidos a levantar el embargo que mantiene
contra la isla desde 1962. El asesor de Obama para la cumbre, Jeffrey Davidow,
consideró las críticas “sin propósito” porque la declaración no busca hacer
comentario políticos sobre ningún país en particular, e incoherente porque
Venezuela tuvo la ocasión de exponer sus observaciones durante el proceso de
elaboración de la declaración, que duró casi un año.
“Estados Unidos busca un nuevo
comienzo con Cuba”, dijo el Presidente Obama en sus comentarios iniciales en la
Quinta Cumbre de las Américas. “Quiero aclarar que no estoy interesado en
hablar por hablar. Pero creo que podemos mover las relaciones entre Estados
Uidos y Cuba, en una nueva dirección”. Sus comentarios se producen después de
una andanada de críticas, antes y después de la conferencia de 34 naciones, por
el embargo comercial de Washington a la isla, que ya dura décadas, y suspensión
como miembro de la Organización de Estados Americanos (OEA). “Ya he cambiado
una política hacia Cuba que no ha logrado impulsar la libertad y las
oportunidades para el pueblo cubano”, dijo “En los últimos dos años he
indicado, y hoy lo repito, que estoy preparado para que mi gobierno establezca
contacto con el gobierno cubano en toda una gama de asuntos, derechos humanos,
libre expresión y reformas democráticas, drogas, migración y cuestione
económicas.
Durante su discurso de 16 minutos,
Obama también delineó tres prioridades para la región: ayuda económica,
alianzas en materia de energía y el clima, y cooperación sobre la seguridad.
Reiteró su petición de $448 millones para ayudar a las víctimas de la recesión
en otros países, anunció un nuevo Fondo Microfinanciero de Fomento para la
región y prometió invertir $30 millones para fortalecer la cooperación en materia
de seguridad. “No vine aquí a debatir el pasado, sino hacer frente al futuro”,
dijo. “Como vecinos, tenemos la responsabilidad compartida. Colaborando juntos
podemos tomar medidas importantes para impulsar la prosperidad, la seguridad y
la libertad”.
Pero Cuba siguió en primer plan en la
Cumbre, un día después que el gobernante cubano Raúl Castro pronunciara un
fogoso discurso más bien típico de su hermano Fidel, donde dijo que está
dispuesto a dialogar con Washington y a intercambiar espías por políticos.
Argentina y Nicaragua criticaron desde el podio la política de Washington hacia
Cuba y el primer ministro de Belice pidió “un nuevo enfoque en una nueva era”.
“Cuba, cuyo
delito fue luchar por la soberanía y la independencia, cuyo delito fue
ofrecer solidaridad incondicional a nuestros
pueblos, por eso se le sanciona” , dijo el presidente nicaragüense Daniel
Ortega. “Por eso se le castiga. Por eso se le excluye”. La presidenta de la
Argentina Cristina Fernández de Kirchner dedicó una buena porción de su
discurso de inauguración a los 47 años de suspensión de Cuba en la OPEA, la
alianza regional que patrocina la cumbre. Y en un discurso el jueves por la
noche, Raúl Castro dijo que no estaba interesado en reintegrarse al grupo pero
que está dispuesto a dialogar con Washington sobre temas considerados tabú
desde hace mucho. “Sobre democracia, libertad, derechos humanos, le hemos
enviado un mensaje al gobierno de Estados Unidos, en privado y en público, que
estamos dispuestos, cuando quieran, a discutirlo todo: derechos humanos, libertad
de prensa, presos políticos, todo, todo, todo, lo que quieran discutir”,
dijo Castro, agitando en gesto
desafiante el dedo.
El mensaje de Castro no es nuevo: Cuba
ha dicho durante mucho tiempo que está dispuesta a negociar siempre que sea sin
condiciones previas y se respete su soberanía. Sin embargo, Castro sabe que
esta vez es diferente porque ahora hay alguien que realmente presta atención.
Los expertos dicen que el último pretexto de Castro para cambiar prisioneros
políticos encarcelados en Cuba por cinco agentes de la inteligencia cubana que
cumplen condenas en cárceles de Estados Unidos pone a Obama en una situación
difícil. (continuará).
4/20/09 000ooo000