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Obama sin tiempo para
opositores cubanos
Recibo el
boletín oficial trimestral de La Nueva Nación del Partido Nacionalista Democrático de Cuba cuyo Comité Ejecutivo
preside su Secretario General el compatriota Alfredo M. Cepero. En su primera
plana aparece un artículo de la periodista
MARY BETH SHERIDAN en el The Washington Post, que dice:
Cinco opositores cubanos que han
pasado en total décadas en la cárcel por defender la libertad del pueblo de
Cuba fueron honrados recientemente con el galardón de la Fundación para la
Defensa de la Democracia. Sin embargo, según los organizadores, y a diferencia
de otros años, los galardonados no fueron invitados a la Casa Blanca. Los
galardonados fueron Ivan Hernández Carrillo, José Daniel Ferrer García, Librado
Linares García, Jorge Luis García Pérez, (Antúnez) y su esposa Iris Pérez Aguilera.
El presidente de la Fundación, Carl
Gershman, se quejó a los periodistas de que hace dos semanas habían pedido al
Presidente Barack Obama que le concediera una cita a Berta Antúnez, hermana de
uno de los opositores, quién recibiría los premios a nombre de los
homenajeados, pero que no había recibido respuesta de la Casa Blanca. Según la
fundación que recibe fondos del Congreso de los Estados Unidos, esta es la
primera vez en cinco años que el presidente no se reúne con los galardonados.
La fundación pidió además al
Presidente Obama que enviara un mensaje a los homenajeados para acompañar a
mensajes de solidaridad enviados por Vaclav Havel y Lech Walesa, dos disidentes
que, en sus momentos encabezaron los movimientos prodemocráticos en la
República Checa y en Polonia respectivamente. El mensaje de Obama fue entregado
en forma apresurada pocos minutos antes de la ceremonia.
El gobierno del Presidente Obama se ha
movido con cautela en los asuntos cubanos en un esfuerzo por mejorar relaciones
con el régimen de La Habana. Por ejemplo, ha flexibilizado las restricciones
con respecto a viajes de los cubanos a la Isla y ofrecido reanudar
conversaciones sobre asuntos de inmigración.
Otros funcionarios del gobierno han
dado pasos más sutiles tales como suavizar la redacción del Informe sobre
Terrorismo, emitido todos los años por el Departamento de Estado. Por otra
parte, Obama ha dicho que no levantará el embargo mientras el Gobierno
Comunista de Cuba no mejore su conducta con respecto a la democracia y los
derechos humanos. (Hasta aquí el artículo del The Washington Post).
Añadiendo un poco más sobre el
pensamiento de Obama cuando se trata de gobiernos “socialistas” o
“izquierdistas” el sábado dijo ante un canal de televisión en español que
apoyaba el reingreso del Presidente Manuel Zelaya derrocado el 28 de junio,
2009, por el Congreso, la Corte Suprema y el Tribunal Supremo Electoral en
Honduras al violar la Constitución de la República. Y hablando de Zelaya
abandonó el sábado 1ro. de agosto la ciudad nicaragüense de Ocotal, en la
montañosa frontera con Honduras, dejando atrás a un puñado de seguidores, en su
mayoría hombres, en el deportivo de dicha ciudad, según reporta Blanca Morel de
la Agence France Presse. “Razones estratégicas” y su viaje a México, previsto
el martes, 4 de agosto, llevaron a Zelaya a regresar de forma inopinada a
Managua – después de una fugaz visita- la misma noche del sábado, aseguró a la
AFP un miembro de la seguridad del presidente depuesto que pidió el anonimato.
En el campamento erigido en el deportivo de Ocotal quedaban este domingo 2 de
agosto menos de un centenar de seguidores del depuesto presidente, del millar
que dijo tener tras su segundo intento frustrado de regresar a Honduras el
pasado 30 de julio, Muchos de estos hombres fueron sorprendidos por la AFP el
pasado viernes realizando ejercicios militares, aunque sin armas, en una finca de las montañas de Nueva Segovia
en la inmediaciones de la frontera con Honduras. “El pueblo tiene derecho a la
insurrección cuando alguien toma el poder por la fuerza de las armas, y
nosotros estamos usando ese derecho, respondió Zelaya a las críticas, mientras
los hombres gritaban con voz combativa “Pueblo únete”, “Golpistas afuera”
empuñando la mano en alto. Zelaya había anunciado la creación de un “ejército
popular pacífico” para enfrentar a los golpistas que lo sacaron del poder en
Tegucigalpa el pasado 28 de junio. “Ocotal se ha convertido en un hogar para
nosotros para reconstruir la democracia”, con el apoyo de un puñado de
hondureños que ya están “recibiendo formación, capacitación y entrenamiento”,
dijo Zelaya durante su fugaz visita el sábado para despedirse de sus
seguidores. Entre sus seguidores abundaban campesinos pobres y muchas mujeres,
a menudo acompañadas de sus hijos, pero estos han ido abandonando a lo largo de
los últimos días el campamento improvisado de Ocotal, a 28 kilómetros de la
frontera. Aunque nadie dice qué ha sido de ellos, se supone que han regresado a
sus comunidades de origen por los mismos puntos ciegos de la frontera por los
que entraron a Nicaragua. El grupo que ha quedado está integrado en su mayoría
por hombres entre los 18 y 40 años, de contextura física fuerte, que muestran
un gran recelo por la prensa desde que el pasado viernes la AFP hallara el
campo de entrenamiento militar en una finca en medio de las montañas. El rumbo
y los planes de Zelaya siguen siendo una incógnita…
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