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Estancadas las relaciones EEUU y Venezuela
Por
Francisco
H. Tabernilla
Casi a los
cuatro meses de asumir el poder, el gobierno hondureño de facto de Roberto
Michelette avanza sobre una resistencia cada vez más débil, aunque para ganarle
el pulso a su antecesor busca que el mundo afloje la presión y legitime las
elecciones del 29 de noviembre. “La lucha se ha puesto más difícil ahora, y al
no haber diálogo ya no se ven posibilidades de restitución” de Zelaya, admitió a la AFP el coordinador del
Frente, Juan Barahona, mientras se preparaba para asistir a la asamblea de los
domingos, donde los activistas el Frente se reúnen en la sede del Sindicato de
Trabajadores de la Bebida (Cervecería Hondureña) para planificar sus
actividades de la semana, en cita cada vez menos concurrida.
Mientras el diario español El País sostiene que el presidente
norteamericano Barack Obama solicitó a España que mediara ante las autoridades
cubanas para que estas hagan esfuerzos en mejorar las relaciones con Estados
Unidos. “Decidle a Raúl que si él no da pasos tampoco yo podré darlos”, dijo
Obama al presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, durante
una reunión el 13 de octubre en la Casa Blanca, según declaraciones
suministradas por una fuente diplomática a El
País, “Que les diga a las autoridades cubanas que comprendemos que no se
pueden cambiar las cosas de la noche a la mañana, pero que, pasados unos años,
cuando se mire hacia atrás, debe quedar claro que éste es el momento en el que
empezaron los cambios”, agrego el mandatario norteamericano. De acuerdo con El País, este mensaje fue trasmitido la
semana pasada por el ministro español de Asuntos Exteriores Miguel Ángel
Moratinos durante su viaje a Cuba.
Mientras en Caracas el embajador
Patrick Duddy continúa diplomáticamente aislado, en Washington existe una
frustración por el hecho de que a Chávez no le interesa una política de
acercamiento. (Chávez como Raúl obedecen las indicaciones de Fidel Castro). No
obstante, entre los asesores diplomáticos de Obama parece subsistir la idea de
que la mejor estrategia es mantener la “crisis silenciosa” sin aumentar el
nivel de confrontación. “Hay un cierto nivel de frustración que se ha acumulado
con el tiempo y el retorno del embajador Patrick Duddy no lo ha resuelto”, dijo
a El Nuevo Herald un funcionario del Departamento de Estado.
“Duddy no ha tenido acceso a ningún
alto funcionario del gobierno venezolano desde que volvió a Caracas”, dijo
Pedro Burelli, analista político crítico de Chávez que reside en Washington,
D.C. “A Duddy nadie lo recibe”, acotó Burelli, hijo del fallecido canciller
venezolano Miguel Ángel Burelli, y que mantiene contactos de alto niverl en la
capital norteamericana.
Una revisión de la agenda del
embajador norteamericano en Caracas muestra que sostiene reuniones a diversos
niveles, con empresarios, líderes católicos, medio de comunicación privados y
funcionarios de bajo rango, como los alcaldes de Coro y Tucacas,
población es en el estado Falcón , visitadas recientemente por Duddy y familia. Duddy se conduce con cautela, aunque en
ocasiones no ha evitado las críticas. En una entrevista reciente con el diario El Nacional de Caracas, Duddy sostuvo
que la cooperación en la lucha contra las drogas con el gobierno venezolano es
“mínima”, defendió el papel de los medios de comunicación privados para
fortalecer la democracia, y se ha reunido con alcaldes opositores.
Como podemos ver las complejas
relaciones entre Estados Unidos y Venezuela están virtualmente congeladas desde
que el presidente Barack Obama llegó al poder, continúan marcadas por la
confrontación por parte de Caracas así como por la frustración en Washington, y
no han avanzado desde que los embajadores de ambos paises fueron reinstalados
en septiembre. Obama heredó el congelamiento de las relaciones entre ambos
países, desde la expulsión de embajadores en septiembre del 2008, por decisión
de Chávez, en apoyo a su colega boliviano Eco Morales. El único acercamiento real hasta ahora fue el
momento en que Chávez y Obama
entablaron un fugaz diálogo, durante la cumbre de Las Américas en Trinidad en
abril pasado. Durante ese encuentro, Chávez obsequió a Obama el libro Las venas abiertas de América Latina del
ensayista uruguayo, Eduardo Galeano, un libro que acusa a Estados Unidos de
ingerencias históricas en la región. El gesto de Chávez tuvo un efecto negativo
según observadores. Según Pedro Burelli, “Obama entendió lo del libro como un
insulto”.Burelli dijo que la molestia de Obama fue visible durante un video de
una conversación que mantuvo con Chávez, trasmitida por el canal estatal
Venezolana de Televisión, en el cual se le vio “apuntando con el dedo a Chávez,
en una clara situación no amistosa”.
En Washington, el tema de cómo lidiar
con Chávez de la forma más eficaz es un objetivo tanto del Congreso como de la
Casa Blanca- “Chávez es un imbécil, con una estrategia pésima, pero es mejor no
confrontarlo porque siendo un imbécil siempre puede romper las reglas del juego
y anotarse algunos tantos”, dijo el asistente de un congresista demócrata que
pidió el anonimato porque no tenía autorización para hablar del tema.
10/26/09 000ooo000