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Carta de Zelaya al Presidente Obama
Por
Francisco
H. Tabernilla
La decisión
del depuesto presidente de Honduras Manuel Zelaya, de decirle al gobierno de
los Estados Unidos que ya no acepta ningún acuerdo para su restitución en el
poder ha dado un nuevo giro a la todavía latente crisis hondureña. Zelaya se
volvió a referir ayer domingo a la carta que le envió el sábado 14 de
noviembre, 2009, al presidente Obama, a cuyo gobierno tambíén criticó, y
subrayó, en declaraciones a Radio Globo, que no ha renunciado a la presidencia
de Honduras. “Mi período presidencial termina el 27 de enero del 2010”, recalcó
el depuesto gobernante, quien, además, considera que “ni el Congreso Nacional,
ni la Corte Suprema de Justicia” lo pueden despojar del poder”, reporta el periodista
Germán Reyes de la agencia EFE.
“Esa carta a Barack Obama podría
suponer que el presidente Manuel Zelaya estaría agilizando su salida de la
embajada del Brasil”, donde permanece desde el 21 de septiembre pasado. Zelaya
agregó que la carta a Obama, en la que le dice que ya no acepta “ningún
acuerdo” para su restitución en el poder, del que fe derrocado el 28 de junio
pasado, la hizo en su calidad de Presidente de Honduras.
Como presidente no voy a hacer ningún
acuerdo, yo renuncio a seguir hablando con el señor Roberto Micheletti,
renuncio a seguir aceptando este diálogo falso, mentiroso que, para lo único
que ha servido es para fortalecer al régimen y para debilitar a los Estados
Unidos, que fue el que se debilitó”, enfatizó Zelaya.
“Cuando está cambiando Panamá, por
ejemplo, es por instrucciones de ellos mismos los Estados Unidos”, expresó
Zelaya al referirse a la decisión del gobierno panameño en el sentido de que
reconocerá las elecciones hondureñas del 29 de noviembre próximo.
En otra intervención durante una Misa
oficiada en la embajada de Brasil, Zelaya se refirió al ex presidente americano
Abraham Lincoln y elogió la forma en que resolvió una crisis política al
término de su mandato. Dijo, que entonces Lincoln “le dio un ejemplo al pueblo
americano, que ahora este gobierno americano (el de Obama) no quiere seguir.
Estos no son descendientes de Lincoln”. “Estos niegan a Lincoln porque no están
queriendo apoyar una elecciones aquí en guerra”, afirmó Zelaya sobre el proceso
electoral que culminará el 29 de noviembre.
El sacerdote Andrés Tamayo, de origen
salvadoreño y uno de los acompañantes de Zelaya en la embajada brasileña,
también dijo al oficiar la Misa que “el presidente no ha renunciado a la
presidencia”. “Lo que no acepta es la
restitución en el poder para blanquear el golpe” de Estado del 28 de junio
pasado, añadió Tamayo.
El anuncio de Zelaya a Obama no
detendrá en el Congreso de Honduras el proceso para decidir sobre su
restitución, dijo un vicepresidente legislativo, Ramón Velázquez. “Estamos
obligados a seguir”, porque “el Congreso tiene un compromiso de apoyar lo que
se acordó en ese documento firmado para buscarle solución a la crisis política
del país y, además, ya tiene una solicitud formal para dar una decisión”,
enfatizó Velázquez.
El frente de resistencia que respalda
a Zelaya “está totalmente de acuerdo con la carta” a Obama y “respeta” su
decisión de rechazar cualquier acuerdo sobre su restitución, dijo a EFE el
coordinador de ese movimiento, Juan Barahona.
Tal como está la crisis vemos a un
Zelaya intransigente, vengativo y desafiante, con una mentalidad cerrada no
abierta ni sincera al diálogo que, ignora a la Organización de Estados
Americanos (OEA) y a la Organización de las Naciones Unidas (ONU), creada por
el Tratado de Versalles en 1919, escribiéndole una carta al Presidente de los
Estados Unidos Barack Obama como si él solo fuera el responsable de la
situación creada y lo conmina a resolverla, lo que no está en sus manos sino
más bien en los organismos internacionales creados al efecto.
La cuestión
es echarle la culpa de todo lo malo que ocurre en la región a Estados Unidos,
siguiendo las instrucciones de Castro, Chávez, Ortega, Evo Morales, etc...
Mientras tanto, paramilitares
colombianos y venezolanos siembran el terror en la frontera y surge la peor
crisis diplomática de los últimos años en las ya deterioradas relaciones entre
Colombia y Venezuela. Autoridades de esta región fronteriza se inclinan a
pensar que los vendedores ambulantes habrían sido víctimas, posiblemente
inocentes, de una guerra silenciosa pero sanguinaria entre grupos armados
ilegales de auto defensa de Colombia y Venezuela. “La guerra convencional que
muchos están esperando no va a ocurrir, pero la que ya existe y está dejando
miles de muertos, nadie quiere verla”, declaró a El Nuevo Herald Wilfredo
Cañizares, director de la ONG Progresar. El Nuevo Herald visitó esta caldeada
zona, que es solo una pequeña parte de la larga frontera de 2,219 kilómetros
donde se concentran y se ensañan contra
la población civil casi todas las formas de violencia y el crimen
organizado que aquejan a Colombia. Según el gobernador del estado de Táchira,
César Pérez Rivas, estas organizaciones cuentan con el apoyo del gobierno de
Venezuela, militan colombianos y venezolanos que ejecutan a civiles como parte
de campañas de limpieza social…
11/16/09 000ooo000