bd10290_

 

“Los cubanos estamos sedientos de cambio”

Por

Francisco H. Tabernilla

 

 

La periodista de El Nuevo Herald, Sarah Moreno, nos ofrece una larga e interesante entrevista con la bloguera Yoani Sánchez bien conocida en el exilio por su pensamiento claro y preciso y su postura digna y desafiante dentro del ambiente en que ha desarrollado su juventud no obstante el régimen comunista que oprime a nuestra patria.

    En uno de sus recorridos a pie por las calles de La Habana, Yoani Sánchez comprueba una vez más que “los cubanos estamos sedientos de cambio”. El bullicio y movimiento en pequeños “timbiriches” que venden “batidos de frutas” y otras chucherías en las avenidas más céntricas de la ciudad muestran que sus habitantes se han  propuesto lograr cierta prosperidad en medio de columnas rajadas y balcones a punto de desplomarse. Esa, en realidad, es La Habana de hoy.

    “Este renacer es de una fragilidad tremenda porque depende, en primer lugar, de los pocos conocimientos de administración  de empresa que tenemos los cubanos”, expresó la creadora del blog Generación Y, en entrevista con El Nuevo Herald con motivo de la llegada a las librerías de Miami de su libro WordPress, un blog para hablar al mundo. “Detrás de las reformas económicas, hay una urgencia del gobierno que tiene las arcas  vacías y que ha tenido, aun a su pesar, que dar poder económico a los ciudadanos”, añadió la filóga de 35 años, desde su apartamento del Nuevo Vedado, indicando que la población percibe con escepticismo los cambios que “aunque van en la dirección correcta de una apertura, son lentos y superficiales”. “ Mirando los impuestos excesivos y la pobre lista de oficios permitidos, te das cuenta de que el gobierno no tiene intención de que estos pequeños negocios puedan crecer y convertirse en pequeñas y medianas empresas”, atestiguó la bloguera, que considera que aun así, a través de esta brecha abierta, “los cuentapropistas de hoy puedan convertirse en los poderosos de mañana”.

    Tomando como referencia su propio caso, Yoani Sánchez no duda de que “la autonomía económica redunda en autonomía política”. Después de graduarse de Filología en la Universidad de La Habana en el año 2000 y de enfrentarse a la frustración de ganar un salario que no superaba a los $10 mensuales, se dedicó a trabajar como profesora de Español para turistas alemanes que visitaban la isla. Así sobrevivió durante más de una década y gozó de la independencia que le permitió crear en el 2007 el blog Generación Y, que actualmente es visitado por 14 millones de internautas al mes y traducido a 17 idiomas. En el 2009 descubrió las posibilidades de Twitter para trasmitir mensajes SMS desde su teléfono móvil sin necesidad de acceder a la Internet.

    “En un régimen totalitario, la alegría es profundamente contestataria, por eso me gusta

hablar de lo bonito que me pasa: la satisfacción de enseñar, de descubrir una herramienta tecnológica que funciona como un altavoz, del apoyo que me da la gente en la calle, que en los lugares más inimaginables me dice: resiste”, contó. Los numerosos premios que ha recibido, -el Ortega y Gasset otorgado por el diario español El País, en donde tiene una columna quincenal, o el María Moors Cabot de la Universidad de Columbia, Nueva York- son, entre otras razones, los que le animan a hacer un  periodismo serio, apegado a las necesidades del país.

    Los motivos por los que el gobierno no le ha permitido salir del país a recoger los premios son difíciles de imaginar para ella porque “no puede ponerse en el lugar de una mente autoritaria”, Sn embargo, especula que en un principio las autoridades de la isla subestimaron el fenómeno de la blogosfera alternativa y pensaron que las negativas de viaje ayudarían a apagar las expectativas internacionales alrededor de su labor. “No me dejan salir además porque saben que voy a regresar. Hasta ahora ellos sienten que pierden menos cada día que me dejan aquí, pero yo creo que pierden más. Aquí tengo la materia prima de la que escribo y puedo impartir cursos, estoy en mi salsa”, expresó, aclarando que vive en Cuba por decisión propia.

    “Esta es una isla tocada por el ángel de la poesía y la literatura, una isla embrionaria en la que cualquier cosa puede pasar”, afirmó, indicando que siempre ha creído, contradiciendo al escritor checo Milan Kundera-que tituló una de sus novelas “La vida no está en otra parte sino en otra Cuba”.

    Nieta de un inmigrante canario, de quien dice heredó “el empecinamiento”, Yoany creció en una familia humilde, que solo tuvo hijas. “Mi madre trabaja en los taxis y mi papá era maquinista de trenes”, comentó, contando que su padre le trasmitió la pasión por la mecánica que de niña la llevó a desarmar relojes, radios viejos y, más adelante, a reparar refrigeradores, teléfonos móviles y todo tipo de artefacto que le llevan sus amigos.

    “Con partes muy viejas, armé en 1994 mi primera computadora. Fue la primera que hubo también en mi edificio y con ella hicimos un periódico”, expresó, especificando que se siente “un poco misionera tecnológica” por la persistente curiosidad que tiene por las nuevas tecnologías y el deseo de que se popularicen en Cuba.

    “Mi casa es un templo para el intercambio”, dijo confesando que es muy “pegadiza” para hacer amigos, y aunque muchos se le han ido, han seguido llegando otros nuevos”.

“Su principal refugio es su mundo interior. “Es el lugar que no tiene acceso la policía política, donde no me pueden prohibir ni confiscar nada,  tengo una burbuja de libertad”,

concluyó.

 

7/18/2011                                           000ooo000

 

 

Regresa a artículos de FHT