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Negativa política de Obama hacia Cuba

Por

Francisco H. Tabernilla

 

 

La Asamblea General de Naciones Unidas votó el martes 25 de octubre, 2011, en contra del embargo norteamericano hacia Cuba por vigésima vez, al condenar las sanciones impuestas a la isla. La resolución presentada por Cuba obtuvo 186 votos a favor. La Asamblea General cuenta con 193 países miembros. Venezuela, Bolivia, Nicaragua, México y Uruguay, hablaron a favor de condenar el embargo. Ante este cuadro inconcebible de apoyo a los hermanos asesinos Fidel y Raúl Castro, estos países no han reconocido que en más de 52 años la tiranía comunista ha fusilado a miles de cubanos inocentes y ha reducido a la miseria a un pueblo noble y trabajador por medio del terror

por mantenerse en el poder.

    Pero ha salido en defensa del pueblo y el exilio cubano el profesor Jaime Suchlicki, director e instructor de asuntos cubano-americanos de la Universidad de Miami en un análisis  exhaustivo de la realidad imperante en la isla describiendo punto por punto en un artículo publicado en El Nuevo Herald el 28 de octubre 2011 las expectativas que espera se produzcan en la nación cubana.

    “Desde la era de Ford/Carter –nos dice Suchlicki--, la política de Estados Unidos hacia Latinoamérica ha enfatizado la democracia, los derechos humanos y gobiernos constitucionales. La normalización de las relaciones mientras haya un dictador militar presidiendo la isla enviaría un mensaje erróneo al resto del continente”.

    La reciente política del presidente Obama de permitir a cubano-americanos viajar a Cuba con más frecuencia y enviar remesas a la isla, está teniendo consecuencias no anticipadas y no muy positivas dentro de Cuba. La ayuda de los cubano-americanos mayormente de la raza blanca va a ayudar a cubanos en la isla de esa misma raza. La ayuda a la población negra que es la mayoría en Cuba (mas del 60 por ciento), no se beneficia con estas medidas. El resultado es que las diferencias étnicas y económicas se han profundizado en la isla y solo una minoría se está beneficiando.

    A pesar de esto, hay quienes en este país siguen solicitando que se extienda esta política contraproducente a los turistas norteamericanos. El argumento que esgrimen es que si los turistas americanos van a Cuba y el embargo se termina los cubanos se van a beneficiar económicamente, las compañías americanas van a penetrar el mercado; el sistema comunista se va a derrumbar y una transición  hacia una sociedad libre y democrática se va a acelerar.

Existen expectativas basadas en suposiciones incorrectas:

*Primero, que los hermanos Castro son líderes “inocentes” que van a permitir que los turistas y las inversiones socaven la revolución e influencien decisivamente la política interna de la isla.

*Segundo, que Cuba va a abrir su economía y permitir inversiones norteamericanas en todos los sectores de la economía, en vez de dirigir y seleccionar las inversiones extranjeras.

*Tercero, los Castro están interesados en relaciones con EEUU que están dispuestos a abandonar lo que ha sido su principal objetivo por 50 años: mantenerse en el poder.

    Un cambio en la política hacia Cuba, pudiera tener consecuencias no previstas. Terminar con el embargo y las prohibiciones de los viajes a la isla por norteamericanos, sin  que Cuba haya puesto en efectos cambios profundos, reales e irreversibles, pudiera tener impactos negativos.

    Al igual que ocurrió a mediados de la década de los noventa, la infusión de dólares de los turistas le quita al régimen el incentivo de adoptar reformas económicas más amplias. Cuba adoptó reformas económicas limitadas a principios de la década del noventa, cuando la isla pasaba por su peor contracción económica. Una vez comenzó a estabilizarse la economía alrededor de 1996, a través de inversiones y del turismo extranjero, además del apoyo que enviaban los exiliados, Castro cesó o revocó las reformas anteriores.

     Si el turismo se facilitara entre Cuba y Estados Unidos, un gran número de cubanos

visitaría Estados Unidos y muchos permanecerían ilegalmente en Estados Unidos, complicando el tema migratorio en este país.

    En fin, decimos nosotros, nada que se logre entre Cuba y Estados Unidos será beneficioso para la democracia y la libertad de Cuba. El presidente Obama debe de estar al tanto del más mínimo movimiento que trate de prolongar a la tiranía castrista en el poder. Los comunistas tienen un sistema especial de negociación “lo que es mío es mío, lo que es tuyo es negociable”, ¿Quién puede tener confianza en pensar que los comunistas van a cumplir cualquier trato que se acuerde?  Con ellos no hay posibilidad de entendimiento, es su norma formal de operar con el enemigo, en este caso los Estados Unidos de Norteamérica. La única posible solución a esta tragedia que vive el pueblo cubano es la eliminación total del sistema que rige en Cuba y juzgar en tribunales competentes a los culpables de más de 50 años de ignominia vividos por el esclavo pueblo cubano ante la indiferencia y complicidad de los gobiernos del mundo…

Que así sea.

11/01/2011                                         00ooo000

 

 

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