Monseñor Emilio Vallina

Por

Francisco H. Tabernilla

 

 

La nueva Iglesia de San Juan Bosco, inaugurada el domingo 11 de febrero del 2001  en la Pequeña Habana es producto del esfuerzo, la dedicación y la fe del Monseñor Emilio Vallina, que logró la culminación de su magno empeño después de 15 años de oraciones, trabajo, y el respaldo de una feligresía fiel y devota de Dios.

La Iglesia lleva el nombre en honor del sacerdote de los pobres, la niñez, la juventud y los enfermos: San Juan Bosco (1815-1888), sacerdote italiano fundador de los salesianos congregación religiosa fundada en 1850.  

En un ambiente de alegría y paz, y de honda espiritualidad católica, dio inicio la ceremonia con una procesión desde la antigua Iglesia, en la que participaron altas autoridades eclesiásticas. En la puerta del nuevo templo el Arzobispo de Miami, John C. Favarola recibió las llaves del mismo. Cuando hicieron su entrada Monseñor Emilio Vallina y el Arzobispo John Favarola un estruendoso aplauso los saludó a ambos. Seguidamente, la Santa Misa,  el rito de la dedicación de la Iglesia y las bendiciones finales. Asistieron cuatro arzobispos y nueve obispos entre los que se destacaban Monseñor José Siro González Bacallao, Obispo de Pinar del Río, Cuba, que fue largamente ovacionado por los concurrentes y el recientemente nombrado Cardenal Oscar Rodríguez Madarriaga, de Tegucigalpa, Honduras, nuestro guía espiritual del exilio Monseñor Agustín Román, el Padre Nitze, el Padre Alberto, que trasmitió la ceremonia para Radio Paz.

El Papa Juan Pablo II hizo llegar su bendición papal: “Concede de todo corazón la Bendición Apostólica como prenda de favores celestiales, a Monseñor Emilio Vallina y Feligreses, con motivo de la dedicación de la nueva Iglesia San Juan Bosco”.

La Iglesia atesora las imágenes de Jesús Crucificado, de la Virgen de la Caridad del Cobre y San Juan Bosco. Un gran mural con Jesús como figura central, rodeado de personas de todas las razas y edades, se destaca sobre el altar de la Iglesia y muestra el lema de la parroquia: “Venid a mí los que están cansados y agobiados, que yo los aliviaré”. Tiene una capacidad para 850 personas.

La construcción tiene un estilo moderno con toques coloniales y bizantinos donde sobresalen dos hermosos vitrales del siglo XVIII, escudos de los obispos más importantes de Florida, de las seis provincias originales de Cuba y de Nicaragua.

Monseñor Vallina es oriundo de Pinar del Río, Cuba y fue ordenado sacerdote en la Catedral de La Habana en 1952. De su intensa labor pastoral son testigos las poblaciones de Catalina de Guines y Tapaste en la isla esclava. Además, fungió como administrador del Seminario El Buen Pastor y Vicario Foráneo en el municipio de Marianao. Monseñor Vallina arribó a Miami el 8 de julio de 1961.

Su labor de 38 años en la antigua Iglesia de San Juan Bosco hizo de esa parroquia un verdadero centro comunitario extendiendo su mano amiga a los pobres y necesitados como antes hizo a sus semejantes San Juan Bosco. En las instalaciones de la parroquia San Juan Bosco, una clínica de asistencia médica para gente pobre e indocumentada ha convertido a Monseñor Vallina en un verdadero apóstol de la salud. Junto a él, el doctor Pedro Greer y Manuel Reyes, como fundadores, además de docenas de especialistas y voluntarios han hecho una obra gigantesca. Alrededor de 40,000 pacientes han sido atendidos desde que la clínica abrió sus puertas en julio de 1992.

El domingo 18 de febrero, 2001, a las 4:00 p.m., Monseñor Vallina oficiará una Misa en unión del diácono Diego Chávez, por el eterno descanso del Comandante del Ejército Constitucional de Cuba Jesús Sosa Blanco al cumplirse  el 42 aniversario de su  fusilamiento.

En su Iglesia, mientras dirigía la mirada al cielo, Monseñor Emilio Vallina pronunció estas palabras: “Es tanta la gente a la que hay que agradecer; tanta, que quizás lo mejor es darte gracias a ti, Señor”...

 

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2/12//01

 

     

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