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LA
SENILIDAD DE F.C. Y...
DOCUMENTO
SECRETO
Por
Francisco H. Tabernilla
Un buen amigo nos contó lo que había visto por el Canal 51 de Televisión. Al
día siguiente lo leo en El Nuevo Herald: Ante miles de personas en un acto en
la provincia de Pinar del Río, Fidel Castro, el tirano de Cuba, mostró por
televisión su incapacidad para controlar su mente trastabillando, titubeando y
vacilando en varias ocasiones durante su discurso, confundiendo cifras y
trastocando el orden de las hojas donde tenía escrita su intervención “como un
anciano perdido en los laberintos de su propio pensamiento”, inició un
soliloquio frente a las miradas de sorpresa de los miles de asistentes a la
inauguración de los paneles solares para una escuela. Este comportamiento de
Fidel Castro tan errático e indeciso debe de haber preocupado grandemente a los
jerarcas comunistas que, al parecer, no tienen más remedio que aceptar sus
caprichos y cumplir sus órdenes, aunque los lleve al ridículo y a la risa.
Otra señal alarmante es que
ahora quiere colocar a la religión adonde la situó en los primeros meses del
triunfo de la Revolución, ya que el Partido Comunista, cumpliendo órdenes de su
Comandante está preparando una batida de gran envergadura contra las
instituciones religiosas y los servicios sociales que las mismas brindan al
país. Esta es la respuesta de la tiranía a la intención del Presidente Bush y
el Congreso de Estados Unidos de proveer a la oposición interna en Cuba con
cien millones de dólares para propiciar la democracia en la Isla.
El periodista Pablo
Alfonso, de El Nuevo Herald, da a conocer a la opinión pública que el régimen de Fidel Castro ha puesto en
práctica un amplio programa para combatir las diferentes manifestaciones
religiosas, particularmente en la ciudad de La Habana, que es donde han
adquirido mayor preponderancia, de acuerdo con un documento secreto del Partido
Comunista de Cuba, obtenido por dicho periódico. El informe destaca “que las
iglesias cristianas han incursionado en actividades de asistencia social con carácter
caritativo” y participando en proyectos sociales “con el apoyo de fundaciones y
organizaciones no gubernamentales extranjeras”.
El documento denominado Análisis Político acerca del Fenómeno Religioso en
la Capital, señala, además, que las instituciones religiosas “para reforzar su
labor proselitista, tratan de ocupar un papel protagónico en la solución de
determinadas necesidades a individuos y grupos específicos...e incursionan con
ese propósito, en actividades que forman parte de las conquistas de la
Revolución. Particular atención recibe en el informe la Iglesia Católica, la
cual según el documento, ha incrementado sus publicaciones, con altas tiradas
de ejemplares; promoviendo a laicos a cargos de responsabilidad en
instituciones estatales, en particular en las educacionales y culturales, con el mayor énfasis en el
sector de la salud.
Los cultos de origen africano no escapan tampoco a la lupa investigativa
del Partido Comunista, que ve en la práctica de la santería un “riesgo
político-ideológico”. La iniciación en Cuba en estos cultos de extranjeros de
la comunidad cubana radicada en Estados Unidos y ciudadanos de otros países,
abre espacio –dice el documento- a la actividad enemiga, influencia foránea e
ilegalidad organizada; por ello se requiere prioridad, en el tratamiento de
estos grupos.
La preocupación mostrada
por el Partido Comunista demuestra que el gobierno castrista persiste en su
interés por enfrentar las creencias religiosas, según dijo una fuente
eclesiástica cubana que pidió no ser identificada. “Esto contradice
rotundamente la afirmación de que el Estado cubano es un Estado laico. No es
cierto. Es un Estado identificado con un gobierno comunista y antirreligioso,
porque es totalizante en su ideología”, afirmo la fuente
El siniestro plan tiene por objetivo la
destrucción bajo el terror silencioso de algo indestructible como es la
religión. Los comunistas se caracterizan por su poder destructivo, pero esta
vez fracasarán porque Dios protegerá a sus hijos. La justicia y la razón
vencerán al mal y a la opresión. El documento del Partido Comunista de Cuba
hace una reseña crítica de las
actividades de todos los grupos religiosos de la Capital con la finalidad de
tomar las medidas oportunas contra ellos. Fidel Castro siempre busca algún pretexto
para mantener al pueblo ocupado y distanciado de los verdaderos problemas que
padece la nación: violación de los derechos humanos, el hambre y la miseria,
carencia de medicinas, división de las familias y la más elemental de todas la
falta de LIBERTAD, que hace al cubano un esclavo en su propio país.
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6/18/01