Renacer de una nación

Por

 Francisco H. Tabernilla

 

 

La horrenda tragedia del martes 11 de septiembre, 2001, perpetrada por extremistas fanáticos suicidas fue un golpe contundente a las bases y principios sustentados por Estados Unidos con el propósito de paralizar el país y mantenerlo bajo el terror y el miedo. El plan terrorista cuidadosamente planeado fue ejecutado en parte y ha sido lo suficientemente conmovedor para despertar a la mayoría de los ciudadanos norteamericanos uniéndolos en el dolor y la angustia de ver a su patria amenazada obligándolos a modificar su modo de vida, a tal extremos que podemos decir que estamos viviendo en un mundo distinto después del martes 11 de septiembre.

Debemos atenernos a la historia para orientarnos debidamente y comenzar a iniciar un plan que nos lleve a la victoria en esta lucha contra el terrorismo. Recordemos la guerra desatada por la Alemania nazi, el ataque a Pearl Harbor de los japoneses y cómo terminó esta pesadilla que nos llevó a la Segunda Guerra Mundial: Alemania vencida por los ejércitos aliados, desarticulada de tal forma que el nazismo no podrá levantarse jamás; y, Japón obligado a rendirse incondicionalmente al recibir dos bombas atómicas. Ahora, Estados Unidos la potencia más generosa y abierta que ha existido en el planeta con millones de extranjeros en su suelo contempla amenazada su democracia por un enemigo habilidoso e invisible que se escuda en el terrorismo para hacerle la guerra.

Al igual que en pasadas situaciones el patriotismo, el coraje y la decisión de un Presidente como George W. Bush prepara a su pueblo y a las fuerzas armadas para combatir a esta amenaza creciente del terrorismo que aspira a poner de rodillas a un pueblo que confía en Dios y con ánimo positivo pondrá en movimiento al cielo, la tierra, el mar y los continentes para colmarlos de gloria haciendo que esta odisea global culmine en un mundo nuevo, lleno de riquezas, bienestar y paz. Más de cien países se han sumado a este empeño purificador.

Las fuerzas militares están siendo desplegadas en lugares estratégicos en un movimiento que durará de cuatro a seis meses, al mismo tiempo que están listas para propinar los primeros golpes al enemigo inmediato el terrorista Osama bin Laden que se oculta en Afganistán. El gobierno de Estados Unidos ha exigido al gobierno de Talibán que tendrá que entregar no sólo a  bin Laden, sino a todos los miembros de la organización al-Qaida, pues tienen que dejar de dar refugio a los terroristas y a sus campamentos de entrenamiento. “Osama bin Laden está en Afganistán en un lugar secreto por su propia seguridad”, dijo el embajador talibán en Pakistán Abdul Salam Zaeel. “Está bajo el control del Emirato Islámico de Afganistán y sólo los encargados de la seguridad saben dónde él está”, agregando que Estados Unidos se ha negado a proporcionar las pruebas de que bin Laden es responsable de los ataques en New York y Washington. “Hace unos días dijeron que no sabían dónde estaba bin Laden”, dijo el secretario de Defensa Donald H. Rumsfed. “De modo que no tengo razones para creer nada de lo que diga un representante de Talibán”.

Los indicios de que se prepara una represalia militar aumentan por horas, asegurándose por los medios de prensa que Estados Unidos y el Reino Unido “lanzarán en las próximas 48 horas un ataque masivo contra los campamentos de preparación de terroristas en Afganistán”.

El primer ministro británico Tony Blair afirmó que tiene conocimiento de “pruebas incontestables” contra bin Laden.

Por otra parte, es de notarse la similitud de las declaraciones del RevJesse Jackson y el tirano terrorista de Cuba Fidel Castro en el sentido de que “no se deben arrojar bombas indiscriminadamente contra ciudadanos inocentes e indefensos”.  Nosotros, los cubanos exiliados -como dice el profesor Luis Aguilar León- seguiremos sumando nuestras modestas fuerzas a las de América y todo lo que América significa: democracia, libertad, justicia, generosidad y apertura al mundo”.

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10/01/01

 

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